
Al comenzar este proyecto, me encuentro en una fase de exploración y análisis del contexto en el que quiero desarrollar mi trabajo. Me interesa la ciudad de Málaga como punto de partida, un espacio urbano que encierra múltiples capas de significado y que esconde realidades que a menudo pasan desapercibidas. Inspirándome en las ideas de la “Internacional Situacionista”, me propongo investigar la psicogeografía del entorno, incitando a la observación atenta y a la búsqueda de lo oculto, con especial interés en la presencia de la basura y las dinámicas sociales que esta refleja dentro de la ciudad.
Durante este proceso, he tenido en cuenta el trabajo de varios artistas que han influido en mi manera de abordar esta investigación. Entre ellos, destaca Francis Alÿs, cuya obra basada en acciones efímeras y aparentemente inútiles, como arrastrar un bloque de hielo hasta que se derrite, me ha hecho reflexionar sobre el significado de los gestos cotidianos. Su proyecto “Pacing”, en el que mide y registra sus recorridos a través de la ciudad utilizando sus propios pasos como unidad de medida, me inspira a pensar en el desplazamiento como una forma de generar conocimiento sobre el territorio. Este concepto me lleva a cuestionarme cómo los recorridos urbanos pueden convertirse en herramientas de análisis y representación de una realidad a menudo ignorada.
Desde una perspectiva teórica, mi investigación se apoya en antecedentes históricos que han concebido el acto de caminar como una forma de exploración y producción de significado. Los dadaístas y surrealistas, con sus deambulaciones sin rumbo, encontraron en el paseo una manera de acceder a una percepción distinta de los espacios. André Breton propuso la creación de mapas influenciales, reflejando no solo la geografía objetiva de la ciudad, sino también las sensaciones subjetivas que esta provocaba en los transeúntes. Estas ideas conectan con la noción de los no-lugares de Franco Careri, espacios marginados en la ciudad que, al ser transitados y explorados, adquieren una nueva dimensión en la experiencia urbana.
Este análisis me lleva a reflexionar sobre cómo los mapas, tradicionalmente considerados representaciones objetivas de un territorio, no capturan la complejidad subjetiva de la vida urbana. Un mapa es una herramienta de recopilación de datos que fija una imagen estática del entorno en un momento determinado, pero no contempla las múltiples formas en que los habitantes crean y transforman ese espacio. Como señala la célebre frase “El mapa no es el territorio”, es la acción humana la que da forma a los lugares, generando significados cambiantes y múltiples interpretaciones del mismo entorno.
Otro referente clave en mi investigación es Joseph Beuys, cuyo trabajo enfatiza la acción social como parte del arte. En su proyecto “7000 robles”, la participación de la comunidad fue esencial para la transformación del espacio, demostrando cómo una acción colectiva puede generar un impacto duradero en el entorno. Su forma de trabajar me hace cuestionar de qué manera puedo involucrar a la comunidad en mi proyecto futuro, creando una experiencia en la que los participantes no sean solo espectadores, sino agentes activos en la construcción de una nueva mirada sobre la ciudad.
Partiendo de estas referencias y reflexiones, me planteo cómo podría articular un proyecto en el que los ciudadanos participen activamente en la observación y documentación del entorno urbano. Una de las posibilidades que surge es la recolección de imágenes de basura encontrada en el suelo durante los paseos cotidianos. A través de esta acción simple, se fomentaría la atención al detalle y la conciencia sobre la presencia de estos residuos en la ciudad. Además, la recopilación de estos datos permitiría analizar patrones en la distribución de la basura y generar una representación visual que invite a la reflexión sobre la gestión del espacio público y la responsabilidad colectiva.
Por ahora, mi trabajo se centra en entender mejor el contexto de Málaga, explorando sus espacios, identificando zonas de interés y analizando cómo la ciudad se configura en términos de residuos, tránsito y percepción del entorno. La intención es que este análisis me ayude a definir una metodología que me permita estructurar el proyecto de manera efectiva, teniendo en cuenta tanto los aspectos estéticos como los sociales.
A medida que continúe investigando, seguiré explorando las posibilidades de implicación de la comunidad y los medios más adecuados para documentar y visibilizar esta experiencia. Más que una representación cerrada de la realidad, busco que este proyecto funcione como un punto de partida para futuras reflexiones y acciones, abriendo un espacio de diálogo sobre nuestra relación con el entorno urbano y los aspectos invisibles de la vida en la ciudad.