PROPUESTA DE PROYECTO

Propuesta de proyecto: “Lo que respira la calle”

Abstract

Lo que respira la calle es un proyecto de fotografía callejera que explora la transformación humana y urbana de Málaga. A través del paseo y la observación, documento los rastros de vida que sobreviven entre el turismo, la masificación y la pérdida del tejido vecinal. Este proyecto convierte el acto de caminar con una cámara en una forma de pensamiento visual y de resistencia poética ante una ciudad que se vuelve cada vez más impersonal. Es una invitación a detenerse, mirar y reflexionar sobre lo que estamos perdiendo.

Statement

Para mí, fotografiar es una forma de documentar mí alrededor, pero también una caza silenciosa: busco lo que respira, lo que se esconde entre el ruido, lo que aún tiene alma.
Caminar con la cámara se ha convertido en mi manera de pensar, igual que Robert Walser caminaba para escribir. En sus paseos, Walser encontraba belleza en lo insignificante, sentido en lo efímero; esa misma actitud quiero trasladar a mi práctica fotográfica: mirar la ciudad con ojos lentos, sensibles, atentos a lo mínimo.

En una Málaga que se vacía de vecinos y se llena de turistas, la fotografía se convierte en un gesto de resistencia. Quiero captar los lugares, los rostros y las texturas que todavía conservan humanidad.
Mi obra es una invitación a la reflexión: sobre el lugar que habitamos, sobre nuestra relación con el otro y sobre la pérdida de identidad de las ciudades que se transforman en escaparates.

Descripción del proyecto

Lo que respira la calle consiste en una serie de fotografías tomadas durante mis recorridos por distintos barrios de Málaga. El proyecto busca capturar la tensión entre lo humano y lo urbano, entre la vida real y el decorado turístico, entre la memoria y el olvido.

No me interesa hacer un registro “objetivo” de la ciudad, sino un diario visual del paseo: un conjunto de imágenes que funcionen como fragmentos poéticos. Cada fotografía será un eco de la experiencia del caminar, un instante de conexión con lo que sobrevive dentro del paisaje urbano.

Fotografiaré escenas espontáneas y cotidianas, lugares en transformación, rincones abandonados, gestos humanos y rastros de naturaleza que persisten entre el cemento.
Cada imagen será un pequeño testimonio del pulso emocional de la ciudad.

 

Temporalidad

Duración del proyecto: 5 semanas

  1. Derivas y observación (2 semanas): recorridos por distintos barrios (Centro, Lagunillas, El Perchel, La Trinidad, zonas turísticas y periféricas).
  2. Captura fotográfica (2 semanas): registro de las escenas que surgen durante los paseos.
  3. Selección, edición y reflexión (1 semana): selección de las fotografías más representativas y redacción de textos breves que acompañen las imágenes.

El proyecto seguirá una lógica orgánica y libre, como el propio acto de caminar.

Contexto

  • Personal: Este proyecto nace de mi relación emocional con Málaga, una ciudad que amo pero que siento cada vez más ajena. Caminarla y fotografiarla es mi manera de reapropiarme del espacio y de reconectar con su esencia humana.
  • Físico: El espacio urbano es el escenario donde se cruzan lo íntimo y lo social. Mis recorridos buscan los lugares donde todavía se siente la vida vecinal frente al turismo masivo.
  • Social: La obra es una crítica a la deshumanización de la ciudad y a la pérdida de identidad provocada por la especulación y la gentrificación. A la vez, es una celebración de lo cotidiano, de la resistencia de lo pequeño.
  • Cultural: El proyecto se inspira en la tradición del flâneur (el paseante urbano de Baudelaire y Benjamin) y en el paseo poético de Robert Walser, donde caminar es pensar y observar.

Dialoga también con la fotografía callejera y con artistas que han hecho del acto de caminar una forma de arte y de pensamiento visual.

Referentes

El paseo como mirada artística

  • Robert Walser, escritor suizo, cuyos paseos eran una forma de escribir con el cuerpo y mirar el mundo desde la humildad.
  • Guy Debord y la dérive situacionista, como exploración poética y crítica del espacio urbano.
  • Francis Alÿs, artista que convierte el acto de caminar en acción artística y reflexión sobre lo político.

Fotografía callejera y urbana

  • Vivian Maier, por su mirada silenciosa y empática hacia la vida cotidiana.
  • Henri Cartier-Bresson, por su búsqueda del instante decisivo.
  • Daido Moriyama, por su enfoque crudo y visceral del espacio urbano.
  • Joan Colom, por su exploración de la calle como escenario social y humano.
  • Garry Winogrand y Helen Levitt, por su capacidad de capturar la energía y las contradicciones del entorno urbano.
  • Raghu Rai o Anders Petersen, por su forma de mirar lo cotidiano con una carga emocional intensa.

Objetivos

  • Documentar poéticamente la transformación social y urbana de Málaga.
  • Usar la fotografía como herramienta de observación crítica y emocional.
  • Reivindicar el paseo y la lentitud como formas de conocimiento.
  • Invitar al espectador a reflexionar sobre su propia relación con la ciudad.
  • Crear una narrativa visual sensible que capture la humanidad que sobrevive entre el ruido.

Recursos

  • Cámara fotográfica digital o analógica.
  • Edición digital (ligera, sin alterar la naturalidad).
  • Cuaderno de notas o diario de observación.
  • Publicación del proyecto en Folio (con textos poéticos y fotografías).
  • Posible exposición digital o en espacio público.

Frase conceptual

“Caminar es pensar; fotografiar es respirar con los ojos.”

Forma de presentación

En el Folio, el proyecto se mostrará mediante:

  • Serie de fotografías (5–10 imágenes seleccionadas).
  • Textos breves o fragmentos poéticos que acompañen las imágenes.
  • Una reflexión sobre el acto de caminar, mirar y pertenecer.

Conclusión

Lo que respira la calle es una exploración poética del entorno urbano malagueño como espacio en crisis, pero también como lugar de encuentro.
A través de la fotografía callejera, el proyecto busca reivindicar la mirada lenta, humana y sensible, en un contexto donde la ciudad parece perder su alma entre el turismo y la prisa.
Caminar y fotografiar son, aquí, dos formas de resistencia: una manera de recordar que la calle aún respira, aunque a veces parezca que ya no la escuchamos.

 

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